jueves, 24 de junio de 2010

AMOR AL ARTE


Un coleccionista japonés poseía un cuadrito del pintor Sesshu, muerto en 1506. Sorprendido por un incendio y no pudiendo huir del fuego, se hizo el harakiri e introdujo el cuadro en su vientre. Se halló el cadáver medio carbonizado; pero el cuadro estaba intacto.

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